LA PSEUDOCIENCIA ES RENTABLE
El método científico, con todas las limitaciones que se quiera, es la única forma conocida en la actualidad (y hasta que una mente privilegiada nos descubra otra ¡quizás!) de comprender y desentrañar la realidad y sobre todo de tomar decisiones racionales con una razonable expectativa de éxito (más o menos alta dependiendo del campo en cuestión y de su desarrollo actual), intentando eliminar o minimizar esos terribles sesgos cognitivos que llevamos impresos en nuestro ADN y en nuestro cerebro, fruto de las presiones evolutivas ejercidas en nuestra ancestral sabana africana sobre unos simples monos sin pelo por parte de la siempre particular, y muchas veces también caprichosa, selección natural.

En contraposición, lo que en realidad hay que hacer sin pausa y con ahínco es dedicar más tiempo, esfuerzo y recursos para aumentar, pulir y mejorar en la medida de lo posible la forma de obtener el conocimiento científico, para que este sea a la postre lo más exacto, fiel y riguroso posible. Pero por supuesto, lo que nunca se debe hacer bajo ninguna circunstancia es abandonar la ciencia o equiparar las conclusiones científicas (por muy limitadas que éstas sean en algunos campos) con otros tipos de “conocimientos”, que en el fondo (cuando se analizan en profundidad) no son más que formas de autoengaño más o menos elaboradas, o lo que es todavía mucho peor, de simple manipulación cuando no de manifiesta estafa.

Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario y recordá que:
"La búsqueda de dios es una ocupación inútil, pues no hay nada que buscar donde nada existe. A los dioses no se los busca, se los crea"
Maksim Gorki