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Mostrando entradas de marzo 2, 2010

Hace un millón y medio de años ¿Podía hablar el homo erectus?

¿Podía hablar el homo erectus? El niño de Turkana El Niño de Turkana es el único ejemplar de esa antigüedad que posee una columna vertebral prácticamente completa. Y de esta estructura surgió la solución del enigma. A nivel del tórax, el canal medular del Niño y los orificios correspondientes a los nervios raquídeos son muchísimo más pequeños que en el H. sapiens. Los hombres modernos tenemos nuestro gran canal medular en las vértebras torácicas y los grandes orificios para los nervios motrices que controlan el diafragma porque para poder hablar es necesario ejercer un gran control voluntario sobre la respiración. Cuando hablamos, esa porción de la médula espinal y esos nervios raquídeos manejan el monto exacto de aire expelido por los pulmones hacia la laringe, para producir cada sonido de cada palabra de cada frase. Este milimétrico control muscular exige, además, que los músculos de la pared torácica se desarrollen de una determinada manera, sumamente específica para cada lenguaje.

Hace un millón y medio de años ¿Podía hablar el homo erectus?

¿Podía hablar el homo erectus? El niño de Turkana El Niño de Turkana es el único ejemplar de esa antigüedad que posee una columna vertebral prácticamente completa. Y de esta estructura surgió la solución del enigma. A nivel del tórax, el canal medular del Niño y los orificios correspondientes a los nervios raquídeos son muchísimo más pequeños que en el H. sapiens. Los hombres modernos tenemos nuestro gran canal medular en las vértebras torácicas y los grandes orificios para los nervios motrices que controlan el diafragma porque para poder hablar es necesario ejercer un gran control voluntario sobre la respiración. Cuando hablamos, esa porción de la médula espinal y esos nervios raquídeos manejan el monto exacto de aire expelido por los pulmones hacia la laringe, para producir cada sonido de cada palabra de cada frase. Este milimétrico control muscular exige, además, que los músculos de la pared torácica se desarrollen de una determinada manera, sumamente específica para cada lenguaje.