LA VERDADERA HISTORIA SOBRE EL BIG BANG
El suicidio de Dios
por Antonio J. Cebrián
Harto de vagar solo durante una eternidad, Dios decidió quitarse la vida.
—¡Hágase la nada absoluta! —gritó.
Pero la orden no pudo cumplirse. A medida que menguaba su infinita magnitud camino de la desaparición, el poder de su mandato también lo hacía y el proceso se detuvo en el punto medio.
—¡Hágase la nada absoluta! —gritó de nuevo.
Y volvió a reducirse a la mitad.
Dio la orden una y otra vez y fue mermando por mitades hasta hacerse infinitamente pequeño.
Cuando alcanzó un tamaño tan diminuto que rebasó lo tolerable para el propio concepto de “existencia”, un último pensamiento cruzó por su mente en el instante mismo de la desaparición y toda la energía que aún quedaba en su interior quedó abandonada a su suerte en un punto indefinido en medio de la nada.
Había comenzado el Big Bang.
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"La búsqueda de dios es una ocupación inútil, pues no hay nada que buscar donde nada existe. A los dioses no se los busca, se los crea"
Maksim Gorki