"LAS BUENAS CONCIENCIAS" de Carlos Fuentes Comentario de Judith del Rocio

Un libro verdaderamente insoportable para cualquier ateo es este de "Las buenas Conciencias" de Carlos Fuentes, sin embargo, lo consideraria una lectura imprescindible para comprender cómo resuelven los cristianos las incongruencias entre su teoria del amor y la bondad al prójimo que les plantea el Nuevo Testamento biblico y la vida que suelen llevar como parte de la burguesía a la que muchos de ellos pertenecen.

Ya lo planteaba Herman Hesse en su Lobo Estepario: La vida burguesa, la buena vida, la del corredor limpio lleno de flores, la vida burguesa a la que accede toda buena persona y desde donde los excluidos, los lobos esteparios no pueden acercarse sin sentirse atrapados.


Con Carlos Fuentes hacemos un recorrido en este mundo clasista casi facista del Guanajuato mocho y tradicionalista, de las misas y confesiones ante el cura de mayor confianza y mejor autoridad cuyo consejo es escuchado y seguido al pie de la letra, eso sí, mientras se esta dentro de la Iglesia, porque afuera ya es otra cosa, nadie quiere ser considerado un "loquito" por seguir a Cristo como un fanático religioso sin propósito alguno...


Al final el reconocimiento de la incapacidad para ser algo más que lo que la sociedad exige hace que cualquier cristiano dé un paso importante en su vida: Dejar de ser cristiano por dentro para terminar con la angustiosa soledad y ser aceptado socialmente.


Es sencillamente la aceptación de la hipocresia, asunto de lo más natural en sociedades que no permiten hacerte hacia ningun lado más que a donde esta marcado por lo tradicional.

Para el ateismo el recorrido puede ser sencillamente insufrible y la conclusion espeluznante: Nadie o casi nadie tiene el valor de aceptar su autenticidad, no hay fuerza para imponer la propia existencia a lo que exige la sociedad, los que dudan serán destruidos y mantener con valor las decisiones y conservar la libertad sin importar el precio de la misma es sencillamente imposible.

He recordado este asunto una y otra vez desde que escuche al Presidente de la Republica hablar de su buena conciencia, porque una conciencia limpia, una conciencia tranquila es en este caso el resultado de negar la posibilidad de que exista verdadera justicia en el mundo, la imposibilidad de que la bondad nos toque algún día. La conciencia limpia del Presidente es sencillamente la aceptacion de la desesperanza más profunda con una ferrea determinacion de seguir viviendo a como dé lugar.

Les recomiendo este libro, no para que lo gocen sino para que lo sufran. La vida es el camino que elegimos construir, pero para algunos es solo el que les imponen y aceptan sin chistar.

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