RATZINGER Y EL ABUSO DE MENORES DE UN SACERDOTE: CINISMO RELIGIOSO
londres AP
Antes de ser papa, el cardenal Joseph Ratzinger se resistió a apartar a un sacerdote de California que cometió abusos de menores, según revelaron ayer archivos de la Iglesia.
En una carta de 1985 firmada por él, Ratzinger expresó temores sobre las consecuencias que el alejamiento del cura tendría para el "bien de la Iglesia universal´´.
La correspondencia representa la mayor refutación hasta el momento a la posición de la Santa Sede de que Ratzinger, hoy papa Benedicto XVI, no trató de impedir el despido de sacerdotes pedófilos cuando presidía la oficina de la Iglesia a cargo de velar por la ortodoxia doctrinaria.
La carta, escrita en latín, forma parte de la correspondencia de varios años entre la diócesis de Oakland, en California, y la Santa Sede, sobre la propuesta de despedir al reverendo Stephen Kiesle.
El Vaticano confirmó la firma de Ratzinger en la carta, pero se negó a hacer declaraciones sobre su contenido.
"La oficina de prensa no cree que sea necesario responder a cada documento sobre situaciones legales que es tomado fuera de contexto´´, dijo el padre Federico Lombardi. "No es extraño que haya documentos en los que aparezca la firma del cardenal Ratzinger.´.
La diócesis recomendó remover a Kiesle en 1981, año en que Ratzinger fue designado al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe. El caso estuvo en lista de espera por cuatro años en el Vaticano, hasta que finalmente Ratzinger respondió al obispo de Oakland, John Cummins. Pasaron dos años más para que Kiesle -que tenía por entonces 38 años- fuese expulsado del sacerdocio.
En su carta, Ratzinger señala que los argumentos para expulsar a Kiesle eran de "grave importancia´´, pero agregó que esas acciones requieren una evaluación cuidadosa y más tiempo. Le recomendó al obispo a darle a Kiesle "el mayor cuidado paternal que sea posible´´ mientras esperaba la decisión final.
Antes de ser papa, el cardenal Joseph Ratzinger se resistió a apartar a un sacerdote de California que cometió abusos de menores, según revelaron ayer archivos de la Iglesia.
En una carta de 1985 firmada por él, Ratzinger expresó temores sobre las consecuencias que el alejamiento del cura tendría para el "bien de la Iglesia universal´´.
La correspondencia representa la mayor refutación hasta el momento a la posición de la Santa Sede de que Ratzinger, hoy papa Benedicto XVI, no trató de impedir el despido de sacerdotes pedófilos cuando presidía la oficina de la Iglesia a cargo de velar por la ortodoxia doctrinaria.
La carta, escrita en latín, forma parte de la correspondencia de varios años entre la diócesis de Oakland, en California, y la Santa Sede, sobre la propuesta de despedir al reverendo Stephen Kiesle.
El Vaticano confirmó la firma de Ratzinger en la carta, pero se negó a hacer declaraciones sobre su contenido.
"La oficina de prensa no cree que sea necesario responder a cada documento sobre situaciones legales que es tomado fuera de contexto´´, dijo el padre Federico Lombardi. "No es extraño que haya documentos en los que aparezca la firma del cardenal Ratzinger.´.
La diócesis recomendó remover a Kiesle en 1981, año en que Ratzinger fue designado al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe. El caso estuvo en lista de espera por cuatro años en el Vaticano, hasta que finalmente Ratzinger respondió al obispo de Oakland, John Cummins. Pasaron dos años más para que Kiesle -que tenía por entonces 38 años- fuese expulsado del sacerdocio.
En su carta, Ratzinger señala que los argumentos para expulsar a Kiesle eran de "grave importancia´´, pero agregó que esas acciones requieren una evaluación cuidadosa y más tiempo. Le recomendó al obispo a darle a Kiesle "el mayor cuidado paternal que sea posible´´ mientras esperaba la decisión final.
La Iglesia debe autodepurarse, reconociendo que es el único camino que le queda si no quiere desaparecer como institución. Los casos de corrupción son muy notorios. Para atacar el mal primero hay que reconocerlo.
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