El lenguaje artístico

Nietzsche fue sin duda uno de los filósofos que más profundamente indagó este tema de las posibilidades del lenguaje en relación a la expresión y la subjetividad. Citaremos a continuación lo que nos dicen dos estudiosos de su pensamiento:
«El lenguaje no es la expresión adecuada de las realidades, porque las estatiza en el inmóvil mundo de la universalidad conceptual, el concepto prescinde de lo desigual, niega la diferencia, ¿cómo dinamizamos un concepto estatizante? Por medio del uso poético.»
«La poesía dinamiza los conceptos, no pretende referir las esencias inmutables de las cosas sino que se auto refiere en tanto metáfora, que abre una cadena metafórica dinamizante. Dispara desde sí lo otro hacia un nuevo otro, y de esa manera hasta el infinito permitiendo la aparición de múltiples y únicas vivencias originarias.»
Así, el filósofo alemán afirma «la crítica del lenguaje como discurso de la razón, como discurso trascendental (univocalidad y necesidad) , como discurso representativo (que representa la realidad, reflejándola, copiándola, o constituyéndosela de modo trascendental), y como discurso unívoco.» (Pablo Erramouspe.)
Y sobre la peculiar forma en que pensaba Nietzsche la relación lenguaje-arte: «El lenguaje, socialmente establecido, con sus reglas y su función cognoscitiva, surge solo como cristalización arbitraria de cierto sistema de metáforas, libremente inventado, que luego terminó por imponerse como el único válido para describir el mundo. La sociedad surge cuando un sistema de metáforas se impone a los demás, se reviste del carácter prescriptivo necesario para que todos utilicen las mismas metáforas. Solo por el olvido de aquel origen metafórico del lenguaje llega el hombre a creer que tiene cosas ante sí, solo olvidándose de que es un sujeto artísticamente creador puede lograr tranquilidad y seguridad en el mundo.»
«La verdad no es más que un conjunto de metáforas, de relaciones humanas realzadas de modo poético y retórico, que después de un largo uso a un pueblo le parecen definitivas, obligatorias. Desde ese momento, los otros sistemas de metáforas quedan relegados al ámbito de la poesía, es decir, al ámbito de las mentiras reconocidas como tales.» (Daniel Kalpokas.)
parece interesante ver qué pensó un artista como kandinsky:
« En el arte la teoría nunca va por delante y arrastra tras sí a la praxis, sino que sucede lo contrario. En el arte todo es cuestión de intuición, especialmente en los comienzos. Lo artísticamente verdadero sólo se alcanza por la intuición, especialmente al iniciarse un camino. Aun cuando la construcción general puede lograrse por vía de la teoría pura, el elemento que constituye la verdadera esencia de la creación nunca se crea ni se encuentra a través de la teoría; es la intuición quien da vida a la creación. El arte actúa sobre la sensibilidad y, por lo tanto, sólo puede actuar a través de la sensibilidad. El cálculo matemático y la especulación deductiva, aunque se basen en medidas seguras y pesos exactos, nunca producirán resultados artísticos. No se pueden formular matemáticamente esas medidas, ni se encuentran esos pesos.
Las medidas y las balanzas no están fuera sino dentro del artista.»
Kandinsky habla de intuición para señalar aquello que excede al cálculo consciente y racional, que no puede ser previsto a priori, que desborda una deducción a partir de los datos de inicio. Pero nosotros intentaremos que este término no implique una adscripción a lo "inefable", y, siguiendo el consejo de Eco, no nos detendremos en él. Nietzsche podría hacer referencia a la cara dionisíaca del arte; C. S. Peirce podría hablar de abducción («inferencia» más allá de la inducción y de la deducción); pero todos remiten a esa posibilidad abierta de la creación, como libertad y capacidad de la subjetividad. Quizás el mismo Nietzsche pueda ahora darnos un aporte directo de su pluma: En efecto, hablando de la actitud crítica de Sócrates hacia lo no-consciente, hacia todo lo que no sea controlado por la razón, refiere: «En efecto, él [Sócrates] era el único que confesaba no saber nada, mientras que en sus paseos por las calles de Atenas, como observador crítico, al visitar a los hombres del Estado, a los oradores, a los poetas y a los artistas célebres, veía en todos la búsqueda de la sabiduría. Reconoció, estupefacto que, aun desde el punto de vista de su actividad especial, todas estas celebridades no poseían ningún conocimiento exacto y cierto ni obraban más que instintivamente. Solo instintivamente. »
Nietzsche entonces, en este pasaje, llama instinto a aquella fuerza más allá de la racionalidad consciente que da impulso a las actividades artísticas. Es muy interesante porque aparece la oposición entre el saber consciente (ideal de Sócrates, del racionalismo y del cientificismo) y una clase de saber creador que tiene su impulso "en el instinto que es la fuerza creadora y afirmativa" y esto apunta a lo teorizado como el "saber-hacer", lo que el psicoanálisis sitúa como saber inconsciente.

Comentarios

Entradas populares de este blog

UN INCREÍBLE RELATO DE MONTERROSO

Compatriota de Chascomús CLONA UNA VACA (muerta)