JORNADA DE RESPONSABILIDAD PROFESIONAL: ERRORES MÉDICOS

Errare humanum est . Sin embargo, en la medicina, como quizás en ninguna otra disciplina, un error puede producir daños que no siempre se pueden subsanar. Y es más grave aún cuando esa equivocación es injustificable.
Es el caso en nuestro país de las caídas de la cama del hospital, las quemaduras durante procedimientos quirúrgicos y las infecciones intrahospitalarias. Juntas representan los tres errores evitables más comunes que se cometen en los centros de salud, debido a una mala organización del trabajo cotidiano.
Y más grave aún es que casi el 44% de los errores médicos inexplicables en el diagnóstico o el tratamiento les causan la muerte a los pacientes.
Así lo revela un análisis de 800 reclamos judiciales, realizados por pacientes o familiares, contra sanatorios, clínicas y hospitales privados del país. Los que más cuestionaron la atención (73%) fueron pacientes del sistema de seguridad social. Los servicios más demandados son traumatología y ortopedia, cirugía general, obstetricia y clínica médica.
"La anestesiología está recién en el quinto lugar -indicó el abogado Rafael Acevedo, autor principal de la revisión y especialista en responsabilidad profesional médica-. Cuando se produce un error en el uso de la anestesia, el daño es tan grande que suele provocar una lesión neurológica grave o la muerte del paciente. En cambio, las consecuencias de los errores traumatológicos no suelen ser tan graves, pero sí vimos que son más comunes."
Existen casos en los que el error médico se puede justificar, como cuando la enfermedad o los antecedentes de salud del paciente producen una reacción a un tratamiento que el médico indicó luego de realizar los exámenes diagnósticos adecuados y de tomar las decisiones terapéuticas recomendadas para cada caso. "Si no agotó todos los pasos, posiblemente haya actuado con impericia o negligencia", explicó Acevedo, que presentó estos resultados el jueves pasado en una jornada organizada por la Asociación Mutual Argentina Salud y Responsabilidad Profesional.
En cuatro de cada 10 reclamos judiciales se comprobó que había existido una equivocación evitable o inexcusable en la atención que había brindado el médico o la institución. En el 43,7%, esos errores le causaron la muerte al paciente. En el 21% de los casos, no quedó secuela alguna.
La mayoría de los errores (43%) fueron durante el tratamiento, como las lesiones de las vías biliares o intestinales durante una cirugía mínimamente invasiva. Un porcentaje menor (27%) ocurrió en el diagnóstico, como al confundir una obstrucción intestinal con apendicitis aguda o una gastroenterocolitis con un tipo de diverticulitis. Tres de cada 10 equivocaciones no son responsabilidad de los médicos, sino de la institución, ya sea por fallas en la estructura (falta de barrales en las camas, inadecuado control de las infecciones, etcétera) o en la cantidad de enfermeros por paciente para brindar una buena atención.
"En general, son problemas en los que, si se actúa rápido, se podrían evitar o minimizar las consecuencias del daño -comentó Acevedo-. Pero las clínicas, los sanatorios y los hospitales deben aprender a evitar que esos errores se repitan. En general, observamos que suceden una y otra vez de igual forma; es un grupo muy reducido de profesionales de una institución que participa en el 90% de las quejas de los pacientes. Son los que no registran los actos médicos [en la historia clínica], no confeccionan el protocolo quirúrgico o no informan adecuadamente al paciente sobre qué es lo que tiene, qué se le realizará o qué es lo que debe hacer, entre otros problemas."
Según el lugar de atención, en las guardias se podría haber evitado el 70% de los errores, mientras que en los consultorios de atención ambulatoria era evitable la mitad de esas equivocaciones. En la internación de urgencia hubo más errores injustificados que en la internación programada (67% versus 46%).
No tan infaliblesLos médicos no son los únicos que se equivocan. A los pacientes también los alcanza aquella locución latina, como ocurrió en 39 de los reclamos judiciales.
En seis de cada 10 de esos casos, los pacientes habían suspendido el tratamiento, se habían ido del hospital sin el alta médica o no habían cumplido las indicaciones del médico. Casi el 13% de los casos eran mujeres que, luego de un aborto, tuvieron una hemorragia u otras complicaciones y concurrieron de urgencia a un hospital, donde se les debió realizar una histerectomía obstétrica (extirpación del útero) o fallecieron durante la atención (31%).
En un 33% de los reclamos, los pacientes tuvieron que ser operados por no cumplir las indicaciones del médico, consultar tardíamente o abandonar el hospital sin el alta.
Pero Acevedo recordó: "El paciente asume los riesgos de la enfermedad y del tratamiento en la medida en que haya sido adecuadamente informado del diagnóstico, el tratamiento sugerido y los riesgos, y de los controles que debe cumplir, así como de las señales de alarma a tener en cuenta durante el tratamiento".
CONSULTAS PREVENTIVASAdemás de los juicios, el equipo de trabajo, en el que participaron también los médicos legistas Esteban Scoufalos y Geraldine Canteros, del Departamento de Gestión de Riesgos de la institución, analizó 2400 consultas preventivas que realizaron en los últimos años los más de 500 centros de salud del país y los 4000 médicos asociados.
"Cuantas más consultas preventivas realizan, más atentos están a la prevención -indicó el abogado-. Si un paciente añoso se cae de la cama y necesita un reemplazo total de cadera, no puede esperar diez días. La clínica tiene que operarlo y después verá cómo recupera el costo de la prótesis con la obra social."
Según el estudio, sólo el 5% de esas consultas se transformó en un reclamo judicial o prejudicial.

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