UN INCREÍBLE RELATO DE MONTERROSO
LA FE Y LAS MONTAÑAS
de Augusto Monterroso ©
Al
principio la Fe movía montañas sólo cuando era absolutamente necesario,
con lo que el paisaje permanecía igual a sí mismo durante milenios.
Pero
cuando la Fe comenzó a propagarse y a la gente le pareció divertida la
idea de mover montañas, éstas no hacían sino cambiar de sitio, y cada
vez era más difícil encontrarlas en el lugar en que uno las había dejado
la noche anterior; cosa que por supuesto creaba más dificultades que
las que resolvía.
La buena gente prefirió entonces abandonar la Fe y ahora las montañas permanecen por lo general en su sitio.
Cuando
en la carretera se produce un derrumbe bajo el cual mueren varios
viajeros, es que alguien, muy lejano o inmediato, tuvo un ligerísimo
atisbo de Fe.
ANÁLISIS DE “LA FE Y LAS MONTAÑAS” DE MONTERROSO
por Héctor Zabala ©
ANTECEDENTES
Esta
narración corta reconoce como antecedentes tres textos bíblicos del
llamado Nuevo Testamento: Mateo 21:21-22, Marcos 11:23-24 y Primera
Carta a los Corintios 13:2.
Los
dos primeros textos son una respuesta de Jesús de Nazaret a sus
discípulos cierta mañana que caminaban entre Betania y Jerusalén tras el
conocido suceso de la higuera marchita del día anterior [1]. El texto de Mateo es el siguiente: “…
en verdad les digo: Si sólo tienen fe y no dudan, no sólo harán lo que
yo hice a la higuera, sino que si dijeran a esa montaña ‘Sé alzada y
arrojada al mar, sucederá’. Y todas las cosas que pidan en oración,
teniendo fe, las recibirán”. El escrito de Marcos es muy parecido.
Ambos
textos recogen la misma idea que fuera expresada a esos mismos
discípulos días antes, camino de Jericó (Lucas 17:6), aunque en esa
oportunidad Jesús utilizó un árbol como base de su metáfora en lugar de
una montaña: “Si tuvieran fe, tanto como un grano de mostaza, dirían a este sicómoro [2]: ‘Sé desarraigado y plantado en el mar’ y el árbol les obedecería”.
Por su parte, el apóstol Pablo [3] aplica esta figura de la fe y las montañas en su carta desde Éfeso, enviada durante su tercer viaje misional: “Y
si tengo el don de profecía y conozco los misterios sagrados y poseo
todo el conocimiento y tanta fe como para trasladar montañas, pero no
tengo amor, no soy nada”.Aquí, este escritor toca el tema de la fe
tangencialmente porque en ese momento el asunto perentorio era el amor
entre cristianos. Y lo hace a modo de admonición hacia la comunidad de
fieles que él mismo había establecido hacía pocos años en Corinto, la
que para entonces ya sufría escándalos y divisiones.
Ni
hace falta aclarar que estos autores bíblicos utilizaron metáforas; de
hecho no se conoce ningún caso en la historia del cristianismo de
alguien que haya movido una montaña y eso que, tanto en la Biblia como
en los libros que versan sobre la vida de centenares de santos, los
milagros (creíbles o supuestos) deben contarse por miles. En realidad,
todo el asunto enseña que cualquiera que pida con fe, Dios responderá
solucionando sus problemas, incluidos aquellos que no parecen tener
solución alguna. Lo de mover montañas es, en cierta manera, además de
una metáfora, una hipérbole.
DOS INTERPRETACIONES
a)
Pero socarrón y escéptico, Monterroso juega con las palabras y decide
que tales textos no son una metáfora ni una hipérbole sino frases
literales, como si de verdad fuera posible mover una montaña con sólo la
voluntad, con la simple fe. Y sagazmente imagina un mundo trastornado
donde personas de fe mueven montañas sólo para divertirse hasta que
finalmente se aburren y dejan de hacerlo, pero que mientras tanto han
creado el descalabro absoluto porque después de eso ninguna montaña
queda quieta.
Incluso es muy graciosa la frase: “La buena gente prefirió entonces abandonarla Fe y ahora las montañas permanecen por lo general en su sitio”. Y es tremendo el resultado final: “Cuando
en la carretera se produce un derrumbe bajo el cual mueren varios
viajeros, es que alguien, muy lejano o inmediato, tuvo un ligerísimo
atisbo de Fe”, dando a entender que de haber seguido habiendo
masivamente gente de mucha fe, hoy ya no quedarían sobrevivientes de los
continuos cataclismos orográficos.
La
idea de Monterroso, más allá del humor negro y la parodia, implica una
paradoja notable: la fe (al menos, por sí sola) no solamente no
soluciona los problemas sino que los aumenta, y mucho.
b)
Pero también podría haber otra interpretación: una velada crítica a la
historia del cristianismo (o mejor dicho, a cierto equivocado
cristianismo) que, como tantas confesiones, cayó –y no pocas veces– en
el fanatismo más escandaloso con sus cruzadas, persecuciones,
inquisiciones, cazas de brujas y hasta genocidios, producto de una fe
exacerbada.
En
efecto, el autor se encarga de aclararnos que al principio la fe sólo
movió montañas cuando era absolutamente necesario, una regla que se
mantuvo durante milenios. Incluso, esto abarcaría por lo menos los dos
primeros siglos del cristianismo en que no hubo fanatismo desmedido sino
un mensaje de paz, de respeto al prójimo (más allá de que el otro
pensara distinto), un mensaje para nada iracundo como ocurrió después.
Siguiendo
el razonamiento que plantea la obra, si la fe descontrolada de algunos
(o de muchos) trae a la humanidad semejantes “terremotos”, por llamarlos
de alguna manera, bien puede ser que a medida que disminuye la fe tales
“terremotos” también vayan disminuyendo.
[1] En Mateo 21:19-20.
[2] Hay versiones que traducen morera, en lugar de sicómoro. De la familia de las moráceas a la que también pertenece la higuera, no debe confundirse con el falso plátano o arce sicómoro.
[3] Pablo, el apóstol: su nombre de nacimiento o de registro romano era Saulo de Tarso.
Tomado de la revista REALIDADES Y FICCIONES
"la Fe es la certeza de lo que se espera y la evidencia de lo que no se ve" (Heb 11:1). La superstición, también... Y ambas aprendieron en la misma escuela. (EOP).
ResponderEliminarGracias por comentar, Carlos. Qué es EOP?
Eliminarpara todos y para mí...
Hola Lídia. Mi blog es El Observador Planetario... de ahí lo de EOP.
ResponderEliminarGracias por la ac´laración, Carlos. Por favor mandame el link de tu blog que me interesa mucho.
ResponderEliminarMi blog es un recién nacido, lo comencé el 26/10/12. Te paso el link para que sigas sus primero "pasitos",
ResponderEliminarhttp://elobservadorplanetario.blogspot.com.es/